lunes, 27 de febrero de 2017

Vivir sin miedo - Eduardo Galeano


“El miedo amenaza:

Si usted ama tendrá sida.
Si fuma tendrá cáncer.
Si respira tendrá contaminación.
Si bebe tendrá accidentes.
Si come tendrá colesterol.
Si habla tendrá desempleo.
Si camina tendrá violencia.
Si piensa tendrá angustia.
Si duda tendrá locura.
Si siente tendrá soledad...
Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo. 
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.

Quien no tiene miedo al hambre,
tiene miedo a la comida.

Los automovilistas tienen miedo de caminar
y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

La democracia tiene miedo de recordar
y el lenguaje miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares,
los militares tienen miedo a la falta de armas,
las armas tienen miedo a la falta de guerras.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre
y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones,
miedo a la policía.
Miedo a la puerta sin cerradura,
al tiempo sin relojes,
al niño sin televisión,
miedo a la noche sin pastillas para dormir
y miedo al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud,
miedo a la soledad,
miedo a lo que fue
y a lo que puede ser,
miedo de morir,
miedo de vivir…”
                                                                               Eduardo Galeano


viernes, 24 de febrero de 2017

Vestigios del alma - Ariel Pablo Brito

Vestigios del alma

El calor y la humedad propios de aquella época hicieron que Ricardo López sintiera el cansancio y el agobio del viaje antes de lo previsto, decidió entonces pernoctar, por primera vez, en aquella ciudad con puerto y con rio que tantas veces había pasado de largo en sus recorridos por aquellos lugares. Rentó una habitación con vista a la costa en un sencillo hotel que parecía de otras épocas; abrió de par en par la puerta que daba al balcón para sentir el viento suave, con olor a rio, que por allí ingresaba.
Recostado sobre la cama con sabanas de un inmaculado color blanco, veía a la brisa hacer ondular las cortinas, trayendo también un perfume diferente, floral, casi artificial; una sensación extraña invadió su mente, aquel deja vu lo transportó a un tiempo diferente en el mismo espacio; allí, sintió reconocer aquella ciudad, aunque entonces solo era un caserío, con un pequeño puerto que servía de entrada y salida de mercaderías y de contrabando de todo tipo. Supo que, en aquella época, alguien lo esperaba.
Tres golpes secos en la puerta de la habitación lo sacaron de esa sensación:
Buenas tardes señor, ¿Gusta bajar al comedor a merendar? – Le dijo una mucama toda vestida de blanco. – Las mesas están servidas. -
Bajó. Se sentó en una mesa lateral del comedor, pidió un té y una porción de torta de naranjas, su pastel favorito, no recordaba desde cuándo. Llamó su atención la vajilla de aquel hotel, de porcelana, ribeteada con florecillas y pájaros en color azul, parecían haber burlado el paso del tiempo, por su estilo y por su estado.
Caía la tarde sobre el litoral argentino, Ricardo López decidió disfrutar ese domingo y dar una recorrida por la costanera, flanqueada por palmeras que se mecían por la brisa vespertina. Apoyado sobre la baranda metálica observaba el lento transcurrir del rio, que arrastraba, a la misma velocidad, un velero navegado por un anciano de barba tan blanca como la vela que lo sustentaba.
Caminando por aquel paseo parecía ser indiferente entre las personas que coincidían con él en ese lugar. En ese mar de miradas sus ojos distinguieron una de ellas, solo una, un par de grandes ojos negros que también se clavaron en los suyos, la brisa, que hacía ondular los negros y rizados cabellos que daban marco a ese rostro de bellas facciones; trajo una vez más, aquel perfume diferente, floral, casi artificial; que lo sumió en un nuevo deja vu; aunque en una época distinta de la anterior y diferente de la actual, sin perder, ni por un instante el contacto con aquella mirada, con aquella alma, que ahora reconocía como propia, como casi cotidiana. Su existencia, ahora en contacto con el universo, se inundó de recuerdos sacados del lugar donde se guardan los amores eternos, donde ni el tiempo ni el espacio pueden imponer sus reglas, el lugar donde nace el cordel rojo que une dos almas que son una.
En aquella escena, la dueña de esos ojos intensos estaba parada a los pies de una escalera con peldaños de madera que permitía el ascenso y descenso al mismo velero que vio navegar por el rio; él, tratando de contener el encanto del momento en que dos animas se encuentran, descendió por la misma; y al pasar por su lado percibió, sin escuchar sonido alguno, dos palabras expresadas en el idioma de Dios:
- Te Quiero. – Esas palabras, dichas por su amada, eran una caricia etérea.
Al instante, comenzó a soplar la brisa…, que siempre le traía aquel perfume diferente, floral, casi artificial; solo que esta vez fue distinto, pues le permitió conocer el origen de aquella fragancia, era el perfume del alma de su amada. Perfume y mirada que podía reconocer en cualquier lugar, en cualquier época. El velero zarpó y se quedaron viendo, uno al otro, hasta que la brisa alejó a la embarcación.
De vuelta a la realidad caminó hasta el puerto, donde estaba amarrado el velero, se acercó al anciano de barba blanca; quien, sin dejar sus tareas, y sin levantar la mirada, le dijo:
Solo el amor entre dos almas puede trascender el ciclo infinito de vida, muerte y reencarnación, y cuando dos de ellas están destinadas a encontrarse no hay fuerza en el universo que pueda impedirlo; solo el libre albedrio y las paradojas del destino pueden retrasar, apenas, ese encuentro; pero este sucederá y volverá a ocurrir, ayer, ahora, mañana, para siempre; hasta que ese encuentro sea definitivo. Porque el espacio y el tiempo son relativos, porque las almas y el amor son perpetuos y son una sola entidad con la energía universal que todo lo puede, que todo lo sabe, que todo lo une.

lunes, 20 de febrero de 2017

Batalla de Salta - 20 de febrero de 1813

La batalla de Salta - 20 de febrero de 1813


El 20 de febrero de 1813 tuvo lugar la Batalla de Salta, donde se enfrentaron las fuerzas patriotas del Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano, y las realistas, conducidas por el general Pío Tristán. La contienda, que se desarrolló en los campos de Castañares, se decidió a favor de las tropas patriotas. 

Belgrano ya se había impuesto sobre el general peruano en Tucumán el 24 de septiembre de 1812. Pero en esta oportunidad, las tropas patriotas combatían por primera vez enarbolando la bandera celeste y blanca. Una semana antes del combate, el 13 de febrero, Belgrano había hecho jurar la bandera en el Río Pasaje, luego denominado Juramento, y en nota a la Asamblea expresaba sobre el trascendental episodio: “Yo no puedo manifestar a V.E. cuánto ha sido el regocijo de las tropas y demás individuos que siguen este ejército: una recíproca felicitación de todos por considerarse ya revestidos con el carácter de hombres libres, y las más ardientes y reiteradas protestas de morir antes de volver a ser esclavos, han sido las expresiones comunes con que han celebrado tan feliz nueva y que deben afianzar las esperanzas de cimentar, muy en breve, el gran edificio de nuestra libertad civil”.



Tras la victoria de Salta, “el padre de la patria” garantizó a los vencidos su libertad siempre que juraran no volver a empuñar las armas contra las Provincias Unidas del Río de la Plata, un gesto de magnanimidad que le granjeó no pocas críticas del gobierno, a las que Belgrano aludiría con grandeza en carta a Feliciano Chiclana: “Siempre se divierten los que están lejos de las balas, y no ven la sangre de sus hermanos, ni oyen los clamores de los infelices heridos; también son ésos los más a propósito para criticar las determinaciones de los jefes: por fortuna, dan conmigo que me río de todo, y que hago lo que me dictan la razón, la justicia, y la prudencia, y no busco glorias sino la unión de los americanos y la prosperidad de la Patria”.


Fuente: Luis Cánepa, Historia de los símbolos nacionales argentinos, Buenos Aires, Buenos Aires, 1953, pág. 68.


Fuente: Documentos de Belgrano, Tomo IV, Buenos Aires, Imprenta de Coni Hermanos, 1914, pág. 366.


“Excelentísimo señor:

El Todopoderoso ha coronado con una completa victoria nuestros trabajos: arrollado con las bayonetas y los sables el ejército al mando de don Pío Tristán se ha rendido del modo que aparece de la adjunta capitulación: no puedo dar a V.E. una noticia exacta de los muertos y heridos ni tampoco de los nuestros, lo cual haré más despacio, diciendo únicamente por lo pronto que mi segundo, el mayor general Díaz Vélez, ha sido atravesado en un muslo de bala de fusil cuando ejercía sus funciones con el mayor denuedo conduciendo el ala derecha del ejército a la victoria en su desempeño; el del coronel Rodríguez, jefe del ala izquierda, y el de todos los demás comandantes de división, así de infantería como de caballería, e igualmente el de los oficiales de artillería y demás cuerpos del ejército, ha sido el más digno y propio de americanos libres que han jurado sostener la soberanía de las Provincias Unidas del Río de la Plata, debiendo repetir a V.E. lo que le dije en mi parte de 24 de septiembre pasado, que desde el último soldado hasta el jefe de mayor graduación e igualmente el paisanaje se han hecho acreedores a la atención de sus conciudadanos, y a las distinciones con que no dudo que V.E. sabrá premiarles.

Dios guarde a V.E. muchos años, 20 de febrero (a la noche) de 1813.”

Fuente: El Historiador

jueves, 16 de febrero de 2017

Somos amor y sexo

SOMOS AMOR Y SEXO
Lissidini Sánchez, José
Minas. Lavalleja. República Oriental del Uruguay
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Amado Alejandro.-

Mi arcángel de amor. Otro día más sin verte y, mi pensamiento flotando en tu llama, pisándole las huellas  a  tu alma, mientras me creo sumergida en un río de locura, sintiendo aún el halo de calor que guardo de tus brazos, desde nuestro último encuentro Este amor, es estrella ciega, es sabor amargo, pero con  él, mi mundo yace completo, sin él, me siento página en blanco. A veces, hay rumores de insuficiente amor, que se ríen de la impaciencia y se burlan    de los miedos. Te amo tanto que, no existe  el día en que no arda por colocar, mi aroma junto al tuyo. Pero, quizá pecando de torpe, no logro que corras  a  mi lecho o es   que, no quiero que este amor se degrade, porque solo el amor desinteresado, busca y protege y, solo el amor genuino, que parte de nuestro corazón, cobija y, jamás abandona. En la soledad de las horas, en que no me encuentro ante ti, mi océano enorme y azul, sin tu sonrisa en flor, en que no me recuesto sobre el sol que es tu ombligo, batallando  frenéticamente, para que no se haga pedazos mi sueño y, se vuelva sangre mi voz, me lleno cuanto puedo, la boca con tu nombre, mi cántaro de miel, mi dulce amor, y entonces puedo estar agradecida, al instante del pétalo que me llevó a pensar en ti. Sé que corro el riesgo de enloquecer, si de continuo, navego en la obsesión de tu ser, pero es que sin ti, para mí no existe gracia en nada, así se vuelve todo insoportable para mí. No consigo comer casi, hoy no he almorzado, quizá sea algo de neurosis. Es que, tú me has acostumbrado a ti, a tu sonrisa, tus carcajadas libres, tu canto y, te espero como los cangrejos esperan las mareas, todos los días amor mío.
Te cuento que estoy leyendo un libro, de Carlos Drummond, ya termine el de Mario Quintana que te dije. Si, te sorprende que me gusten los autores brasileños, pero es así. Tampoco me lo explico. Que loco, ¿no? Hace un calor insoportable, salí un rato a la ciudad, compre una flores, arregle mis uñas, y espero el temporal, aunque es peligroso, la zona toda está con tormentas feas. Tal vez duerma, ya que no podré caminar por la playa que me encanta. Detesto estos días. Estoy triste, así de simple. No quiero ni pensar, que todo acaba, porque todo es efímero en el mundo. Ni que lo que nos ofrecemos, no baste, que no sea fecundo. Si bien es cierto, que jugar con fuego puede quemar, el disfrute de vivir, lo mejor de cada instante, es de extremo a extremo, el amor. El amor, es derecho a vivir, razón de soñar, no se puede prohibir ni eludir. A veces, parece tan simple. En el amor, nada puede ser inconcebible, todo puede ser verdad, hasta una mentira. Por ello te espero, para lanzarme al vértigo espeso de tu cuerpo, con este amor, que nos rescata de las tinieblas, despertar del dolor, lucero en la noche de nuestra soledad, que nos muestra el camino. Amarte, es acariciar el cielo y, estar junto a ti, una pasión desbordante. Cuando mis manos te tocan, despierta el regocijo y encuentro en tus besos húmedos, el sumo deleite, que se vuelve maravillosa lluvia, cuando te pierdes en mis profundidades y secretos, avasallante, trémulo de deseos. El hecho de que no estés, me prohíbe la sonrisa, aunque no por ello, me negaré a depositar ilusiones en mis sueños. Me convocan tus caricias, artesanas capaces de vencer, cualquiera de mis tempestades Y si amarte es castigo o maleficio, el mío, es un jardín en el que no sembraran penas, pues busco, con este amor avanzar hacia un nuevo día, en donde la soledad sea desterrada.
No existe el descanso ni la tregua, para el corazón que ama con pasión y sin medida. El corazón es terco. Persistente, se hunde en las quimeras,  en la loca travesura de combatir vientos y hasta ciclones, en el camino hacia  tu cuerpo amado y elegido, para imprimir en él, su rastro eterno, mientras navegas  por mis surcos estrechos, sinuosos y plagados de goces y ternuras, donde se extravía la caricia voluptuosa y, llena de flores la sangre.
Mi amor. Mi alegría. Tú eres mi tierra y mi mar, de mi azul cielo, lleno de luz y color, el día y la noche. Sin dolores ni quejidos, espera en la llanura que es mi cama, entre las sedas, la dulzura desnuda, rica de magia y fuerza, que la cubra la cálida brisa de tu paraíso.
Suave viento mío, sé que sin que deba llorar a la luna, amarrada a la piel de la ilusión, te sabré nuevamente, cruzando manantiales  y océano, por el camino delicioso del encuentro, donde se volverán a juntar, tu grito y mi grito.
Me digo, que las distancias ya no existen, debido a las redes sociales y los medios de comunicación. Pero muchas veces parece que, los mensajes, las fotos, los videos, las lindas imágenes no provocan la impresión que se esperaba y entonces, nos sentimos cual barco a la deriva. La distancia es un riesgo, pero claro, la vida está hecha de riesgos. Lo importante, es abrir ventanas en nuestra intemperie, y con hambrienta devoción, elevar nuestra mirada sin horizontes, creando un arco iris, desde tu alma a la mía, desbaratando barreras e imposibles, para conquistarnos más allá de la simple conquista y amarnos con total contundencia. No dudo que volverás, embellecido y triunfante de amor, para abrazarme  y contarme cómo te fue, qué sentiste lejos de mí, para repetir una y otra vez, que me anhelabas y repetirlo hasta el infinito, en dosis pequeñas y con apasionamiento, mientras, yo guardo silencio entre tus brazos. Si, se incendia mi espíritu de sueños, y hace la realidad más dulce y más llevadero el camino de las posibles decepciones.
Me prometiste el mes de tus vacaciones, y fue así. Conocí tu carcajada, tu risa buena y tu corazón de torcaz. Supe que era imposible enjaularte y, abrí mis manos y te deje volar, a pesar de mi inconfesable temblor. Ahora  amor mío, eres dolor que se aproxima y se aleja,  esa melancolía, porque llamaste a mi corazón, para quedarte infinitamente tatuado, yo deje de ser yo, para hacerme tú, te hice mi Rey cotidiano. Pero bendigo el sueño que juntos nos recibía, y el despertar gozoso, porque yo fui todas las mujeres de tus deseos y eternice cada instante juntos, convirtiéndolo en sagrado. El amor, no tiene certezas. Pero tengo la medida de tus manos, que trazaron soles, como un escolar en la página inquieta de mi cuerpo, vivas en mi pensamiento, en la memoria de mis actos, y te llevo a donde vaya. Por eso creo que este amor, esta ebrio de eternidad y metáforas, desbordándome la piel.  Volviste a prometerme, en este caso, el retorno y, porque te creo, desde que partió el avión, te espero.
Te espero y, nadie sabe cómo vuelan mis ansias de envolverte, en una borrasca de ternura, en un afán de posesa por el solo hecho de amarte. Te esperan mis ojos de cielo, para condenarme al milagro de sus caricias. Entiende que solo cuando te vuelva a beber,   recuperare  el placer de la dicha.
Porque el amor tiene un contenido sagrado, que maravilla la tierra,  a pesar del océano entre nosotros, te esperare. Será sin tiempo, sin plazos, porque los plazos suelen ser traicioneros. Por eso, incluso, me he negado a ponerle fecha a esta carta. Te esperaré, pero no para morir contigo, sino, para vivir contigo. Cambiando la angustia por esperanza, te esperaré, para que el dulce sabor del amor, no se pierda.
Cariño. Vuelan mil besos  cruzando  el Atlántico, desde la calidez de La Paloma, Rocha, Uruguay, para encallar en tu  gélida, Barcelona y entibiarte el alma.

 Por siempre, tuya  Inés.




miércoles, 15 de febrero de 2017

Resultado Concurso Literario PensarSalta Cartas de amor 2017


A continuación, el resultado del Concurso Literario PensarSalta Cartas de amor 2017.

Primer lugar:
  • VOLANDO. Autor: Seudónimo MEY. General Güemes. Salta. República Argentina.
Segundo lugar:
  • AÑORANZA PERSONAL. Autor: Seudónimo Viejo Lobo. Mar del Plata. Bs. As. República Argentina.
Tercer lugar:

  • A MI AMADA. Autor: Giselle Svendsen. General Güemes. Salta. República Argentina.
  • QUERIDO, LOCO Y TIERNO AMORCITO. Autor: Angiel Valeu. Santiago del Estero. República Argentina.
  • SOMOS AMOR Y SEXO. Autor: José Lissidini Sánchez. Lavalleja. República Oriental del Uruguay.
Cuarto lugar:
  • CARTA A MI PAPA QUE ESTÁ EN EL CIELO. Autor: Cecilia Pontussi. Salta. República Argentina.
  • CARTA PARA ALFONSO. Autor: Jesica Noelia Nogales. Salta. República Argentina.
Quinto lugar:
  • CARTA A ANITA. Autor: Ana Valeria Guerrero Palma. General Mosconi. Salta. República Argentina.
  • CARTA PARA BERNARDO. Autor: Luis Cesar Schain. Salta. República Argentina.
  • LA CARTA QUE NO ENVIÉ. Autor: Graciela Langorte. Paso de los Toros. República Oriental del Uruguay.
Menciones Especiales:
  • CARTA DE AMOR A SALTA. Autor: Julia Meso Ramírez. Neuquén. República Argentina.
  • CARTA. Autor: Graciela Noemí Barbero. Mar del Plata. República Argentina.
  • HIJAS QUERIDAS. Autor: Nora Gricelda Contreras. General Mosconi. Salta. República Argentina.


lunes, 13 de febrero de 2017

Cartas de Amor 2017 - VOLANDO - MEY

VOLANDO

MEY
General Güemes. Salta. Argentina
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Carta ganadora del CONCURSO LITERARIO PENSARSALTA - 

CARTAS DE AMOR 2017


S.K.: Hoy hacen 5475 días y 5475 cielos que no estamos juntos, la vida a decidido que quizás nuestro amor, no era conveniente, o tal vez fuimos nosotros quienes inconscientemente boicoteamos este gran placer que nos daba amarnos.
Sé que la distancia más extensa, puede ser el hilo más corto, cuando la fe y la seguridad están presentes, pero no es lo que siento, porque mi fe se ha marchitado al instante mismo en que partiste y mi seguridad ha dejado de pertenecerme, en el efímero momento en que te dije adiós.
Sé que has prometido volver para jugar el juego de la vida, sé muy bien de la incondicionalidad de tu amor con mi corazón, lo sé, quizás estar devastada no sea la mejor elección para este transitar, pero, ¿cómo hago?... como atravieso este trinar en mi cabeza que solo me repite que tal vez solo fue un amar pasajero, que ha terminado siendo más  pasajero que real?
Decime cómo puedo explicar a mi esencia que tus suspiros, ya no serán míos, solo se verán representados por insignificantes y frescos témpanos que vos y yo sabemos, solo enfrían cada día el ocaso que intentó pero que nunca puedo ver cerrar. Tal vez amor yo te busco donde no debo, solo quizás, mi presencia a empezado a tapar con su sombra tu ausencia, ausencia que duele pero que en muchos segundos parece expirar. No quiero, no quiero mi oscuridad atravesándose en tu luz, yo quiero tu brillar guiándome en mi oscuro negar.
Cada hora que reposa junto a otra hora uniéndose en un día más, son las que me aterran, aunque unidas me recuerdan que el tiempo para nuestro encuentro se acerca cada paso un poco más, y tal vez ese DIA nos una y podamos entrelazar nuestros dedos mirándonos de una forma tan eterna y tan nuestra. Porque nuestra unidad de amor no tendrá comparación, porque es pura, porque es literal. Aunque hoy creo que soy solo yo la que no ha dejado de amar. Has estado en mi cuanto has podido, y te lo he permitido tanto como he querido.
Pero debo confesarte hoy, que un rostro pretende mis desvelos, tengo que decirte que una luz inquieta a estado tratando de robarme sonrisas, y decirte que aunque he intentado no corresponderle una y otra vez a insistido, obligándome a ver más allá del ocaso que se perpetuó en mi… yo me resisto amor, porque te extraño, pero mi dolor se agiganta cuando en ocasiones me doy cuenta que no te pensé, y me odio, porque somos uno y porque jure nunca separar nuestras almas.
Ya son dos lunas en que mi mente soltó la mano a mi corazón y duele, adentro, en lo profundo, en lo real, en la carne, pero mucho más en el alma. Por  efímeros segundos trato de recordar cada rasgo de tu imagen, pero mientras más intento, menos recuerdo; no quiero olvidarte, pero necesito dejarte ir, pero increíblemente no soportaría el hecho de que no estés en mí.
Ayer como cada tarde mire a nuestro cielo donde se unen nuestros lazos, pero las nubes se negaban y no me permitieron encontrarte, así que corrí sin parar hasta mi mente y te busque, te esfumabas, aparecías y luego te alejabas, mi corazón golpeaba fuerte el pecho como luchando para salir, mi respiración empezó a agitarse y fue justo ahí cuando más te necesitaba, en que tomaste mi mano y jugando entre mis dedos, los atrapaste uno a uno hasta sostenerme fuerte, pero cuando alce mi mirada buscando tus ojos, buscándome en tu ser… y me encontré pidiéndote que no te vayas, que no me dejaras y recuerdo tu voz con esa respiración casi cortada diciendo en un susurro… “yo nunca te dejare y comprende que a donde voy, no te llevaré”. Luego de ese instante mis manos se soltaron y la fuerza se esfumó en el aire y quedó como una frágil polvareda entre mi amor por vos allá en el cielo y mi pensar en él, mi ángel en la tierra.
Tal vez amor esta sea una despedida, solo tal vez estos 5475 días más de amor real,  hayan sido necesarios para que sepas  que aun te amo, pero mientras siga aquí en la tierra, no te amare mas, solo te recordare como ese eterno, inolvidable y fugaz amor.


Te amo
Sin Amarte
Amándote desesperadamente
Que descanses en paz
Tuya eternamente


MEY

viernes, 10 de febrero de 2017

La batalla de Ayacucho

12 de Febrero de 1817 - Batalla de Ayacucho


En enero de 1817, a pesar de las dificultades, San Martín logró emprender con su ejército el cruce de los Andes, una de las epopeyas más heroicas que recuerda la historia militar de la humanidad. Integraban la expedición 5.200 hombres. Llevaban 10.000 mulas, 1.600 caballos, 600 vacas, apenas 900 tiros de fusil y carabina; 2.000 balas de cañón, 2.000 de metralleta y 600 granadas. En varios tramos del cruce de los Andes, San Martín debió ser trasladado en camilla a causa de sus padecimientos. Sufría de problemas pulmonares –producto de una herida producida en una batalla en España en 1801-, reuma y úlcera estomacal. El 12 de febrero de 1817 el ejército libertador lanzó su fulminante ataque sobre Chacabuco. Fue el comienzo de la realización de un vasto plan ideado por San Martín para dar libertad a Chile y al Perú a fin de asegurar así la independencia de América. A continuación reproducimos varios documentos relacionados con esta primera hazaña.

El plan de de conquistar Chile
El 29 de febrero de 1816 San Martín escribe al director Álvarez Thomas sobre su plan de avanzar sobre Chile para luego conquistar Lima. “Chile por su excelente población proporcionalmente a las demás regiones de esta América, por la natural valentía y educada subordinación de sus habitantes, por sus riquezas es el pueblo capaz de fijar la suerte de la revolución. Él es el fomento del  marinaje del Pacífico. (…) En este concepto nada más interesante que ocuparlo. Lograda esta grande empresa, el Perú será libre. Desde allí irán con mejor éxito las legiones de nuestros guerreros. Lima sucumbirá, faltándole los artículos de subsistencia más preciosos. Pero para este logro despleguemos de una vez nuestros recursos. Todo esfuerzo parcial es perdido decididamente. La toma de este país recomendable debe prevenirse de toda probabilidad. Ella exige una fuerza imponente, espacio de tres o cuatro meses. De otro modo, el enemigo nos disputa el terreno palmo a palmo. Chile naturalmente es un castillo; la guerra puede hacerse interminable y entretanto variar el aspecto de la Europa; armas sólo que envíe la Península puede traernos consecuencias irreparables…
”A este fin, debe proveerme V.E.: primero, de doce a catorce mil pesos para mantener nuestras relaciones secretas, minar la opinión de las tropas y extraernos todo el armamento posible; segundo, con cuatro mil hombres, entre ellos setecientos de caballería, contando con que esta provincia puede poner con su actual guarnición dos mil doscientos hombres; tercero, con tres mil fusiles de a 4, y sesenta mil pesos, de los cuales treinta mil puedo en tal lance exigir de estos vecinos; pues no es regular ir a Chile sin numerario y empezar por exacciones cuando se debe seguir un sistema en todo opuesto al de sus opresores. Por último, deben zarpar oportunamente de esas playas dos buques de toda consideración y porte, armados de cuenta del Estado y sujetos a órdenes del jefe del ejército, los que, cruzando las costas de Chile, contengan el escape de nuestros enemigos o los apresen con los grandes tesoros que de lo contrario pueden substraer, promoviendo sobre todo desde ahora estos preparativos para que nada falte en el momento precioso de la marcha. Yo, por mi parte, protesto activar cuanto alcance en mis recursos hasta formar –si es de la aprobación de V.E.- cuadros completos de oficiales escogidos entre los emigrados, los que, uniformados a nuestra táctica, serán utilisímos y podrán llenarse fácilmente en aquel país donde por sus relaciones se deben merecer la confianza y aprecio de sus naturales” 1.
El 15 de diciembre de 1816 San Martín manifestaba a Tomás Guido su resolución de emprender el cruce de los Andes sin dilación.
“Si no puedo reunir las mulas que necesito, me voy a pie. Ello es que a más tardar estoy en Chile para el 15, es decir, me pondré en marcha y sólo los artículos que me faltan son los que me hacen demorar este tiempo. Trabajo como un macho para salir de ésta el 15 del que entra. Si salimos bien, como espero, la cosa puede tomar otro semblante; si no, todo se lo lleva el diablo.” 2
A principios de febrero de 1817, poco antes de la batalla de Chacabuco, San Martín le escribe al subdelegado realista de la villa de San Felipe para solicitarle ayuda.
“O la América es libre a costa de sus propios esfuerzos, o desciende encorvada al cadalso que le preparan los tiranos. No hay medio. Mi ejército viene decidido a morir o a ser libre, pero los pueblos deben auxiliarme de grado o de fuerza. En su virtud, junte usted hoy mismo a todo ese vecindario e intímele que en el término de seis días deben entregar cuatrocientos caballos escogidos, y que no haciéndolo a las veinticuatro horas, pondrán en comisaría treinta mil pesos o quedan confiscados los bienes de todos los pudientes declarados tales.” 3
Finalmente, el 12 de febrero de 1817 se libra la batalla de Chacabuco. Sobre el campo de batalla San Martín escribe el parte de guerra al gobierno central.
“Excmo. Señor: una división de 1.800 hombres del ejército de Chile, acaba de ser destrozada en los llanos de Chacabuco por el ejército de mi mando, en la tarde de hoy. Seiscientos prisioneros, entre ellos treinta oficiales, cuatrocientos cincuenta muertos y una bandera, que tengo el honor de dirigir, es el resultado de una jornada feliz, con más de mil fusiles y dos cañones. La premura del tiempo no me permite extenderme en detalles que terminaré lo más breve que me sea posible; en el entretanto debo decir a V.E., que no hay expresiones como ponderar la bravura de estas tropas; nuestra pérdida no alcanza a cien hombres. Estoy sumamente reconocido a la brillante conducta, valor y conocimientos de los señores brigadieres don Miguel Soler y don Bernardo O’Higgins. Dios guarde a V.E. muchos años. Cuartel general de Chacabuco, en el campo de batalla y febrero 12 de 1817.” 4
Casi dos semanas después de esta victoria, el 25 de febrero de 1817, el director Juan Martín de Pueyrredón escribía a San Martín:
“¡Gloria al restaurador de Chile! Sí, mi amigo querido, la fortuna ha favorecido los heroicos esfuerzos de usted y la América nunca olvidará la valiente empresa de usted sobre Chile, venciendo a la naturaleza en sus mayores dificultades. Usted venció y yo me glorío con usted y lo abrazo con toda ternura de mi alma reconocida a sus servicios. Ayer ha sido un día de locura para este gran pueblo. No tengo tiempo para expresar a usted los términos con que se ha explicado el sentimiento de regocijo público por la victoria de Chacabuco, cuya noticia llegó a las nueve de la mañana por pliego despachado con Luzuriaga. Eran las once de la noche y aún se oía un ruido sordo de vivas en toda la ciudad. La fortaleza y seis buques de nuestra marina hicieron salva triple. Escalada que conduce los pliegos no ha llegado y me tiene su demora impaciente porque quiero imponerme de algunos pormenores de la acción. Lo que sé por Luzuriaga es que usted con dos escuadrones de granaderos tuvo que meterse entre las líneas enemigas. De esto infiero, o que la cosa estuvo apurada, o que no tuvo usted jefe de caballería de confianza, porque en todo otro caso yo acusaría a usted del riesgo en que se puso. Dígame usted con la franqueza que debe lo que hubo en esto; mientras yo quedo en el más grave cuidado con la noticia que también me da Luzuriaga, de que en resultas de la fatiga personal que usted tomó en la acción quedaba muy afligido de su pecho. Por Dios, cuídese usted, porque su vida y su salud interesan extraordinariamente al país y a sus amigos” 5.

Fuente: El Historiador

miércoles, 8 de febrero de 2017

Las dos caras del estado. Pierre Bourdieu

Las dos caras del Estado por Pierre Bourdieu

Otro texto inédito de Pierre Bourdieu al castellano aparece en la última entrega (núm. 151) de Le monde diplomatique (Argentina). En esta ocasión se trata de Las dos caras del Estado (“Les deux faces de l’Etat”), un escrito perteneciente a la antología de cursos sobre el Estado (Sur l’Etat. Cours au collège de France 1989-1992).

Describir la génesis del Estado es describir la génesis de un campo social, de un microcosmos social relativamente autónomo dentro del mundo social que lo engloba, en el que se juega un juego particular: el juego político legítimo. Tomemos como ejemplo la invención del Parlamento, lugar donde se debate sobre cuestiones que oponen a grupos de interés, reglamentariamente, siguiendo reglas, públicamente. Marx sólo había visto las bambalinas del asunto: el uso de la metáfora del teatro, de la teatralización del consenso, oculta el hecho de que hay personas que mueven los hilos y de que los verdaderos problemas, los verdaderos poderes estarían en otra parte. Hacer la génesis del Estado es hacer la génesis de un campo donde lo político va a actuarse, a simbolizarse, a dramatizarse reglamentariamente.

Hay personas que tienen el privilegio de lo universal, pero no se puede tener lo universal sin monopolizar al mismo tiempo lo universal. Hay un capital de lo universalEntrar en este juego de lo político legalizado, legítimo, es tener acceso a ese recurso gradualmente acumulado que es “lo universal”, en la palabra universal, en las posiciones universales a partir de las cuales se puede hablar en nombre de todos, del universum, de la totalidad de un grupo. Se puede hablar en nombre del bien público, de lo que es bueno para el público y, al mismo tiempo, apropiárselo. Eso está en el principio del “efecto Jano”: hay personas que tienen el privilegio de lo universal, pero no se puede tener lo universal sin monopolizar al mismo tiempo lo universal. Hay un capital de lo universal. El proceso según el cual se constituye esta instancia de gestión de lo universal es inseparable de un proceso de constitución de una categoría de agentes cuya propiedad es apropiarse de lo universal.

La cultura garantizada

La cultura legítima es la cultura garantizada por el Estado, garantizada por esta institución que garantiza los títulos de cultura, que emite los certificados que garantizan la posesión de una cultura garantizadaTomo un ejemplo del campo de la cultura. La génesis del Estado es un proceso durante el cual se opera toda una serie de concentraciones de diferentes formas de recursos: concentración de los recursos de la información (la estadística a través de las encuestas, los informes), de un capital lingüístico (oficialización de un dialecto que es erigido como lengua dominante, de modo que todas las demás hablas son sus formas depravadas, descarriadas o inferiores). Este proceso de concentración va de la mano con un proceso de desposeimiento: constituir una ciudad como capital, como lugar donde se concentran todas esas formas de capital, es constituir la provincia como desposeimiento del capital; constituir la lengua legítima es constituir todas las demás lenguas como dialectos. La cultura legítima es la cultura garantizada por el Estado, garantizada por esta institución que garantiza los títulos de cultura, que emite los certificados que garantizan la posesión de una cultura garantizada. El Estado se encarga de los programas escolares. Cambiar un programa es cambiar la estructura de la distribución del capital, es hacer que se deterioren algunas formas de capital. Por ejemplo, eliminar el latín y el griego de la enseñanza es condenar al poujadismo a toda una categoría de pequeños portadores de capital lingüístico. En todos mis trabajos anteriores sobre la escuela había olvidado por completo que la cultura legítima es la cultura del Estado…

Al mismo tiempo, esta concentración es una unificación y una forma de universalización. Allí donde estaba estaba lo diverso, lo disperso, lo local, está lo único. En un trabajo que realicé con Germaine Tillion, comparamos las unidades de medida en diferentes pueblos cabilas en una área de 30 km: encontramos tantas unidades de medida como pueblos. La creación de un patrón nacional y estatal de unidades de medida es un progreso hacia la universalización: el sistema métrico es un patrón universal que supone un consenso, un acuerdo sobre el sentido. Este proceso de concentración, de unificación, de integración es acompañado por un proceso de desposeimiento, ya que todos esos saberes, esas competencias que se asocian a estas medidas locales, son descalificadas. En otras palabras, el propio proceso por el que se gana en universalidad es acompañado por una concentración de la universalidad. Hay quienes quieren el sistema métrico (los matemáticos) y quienes son remitidos a lo local. En el fondo, la génesis del Estado es inseparable de la constitución de un monopolio de lo universal, cuyo ejemplo por excelencia es la culturaEl propio proceso de constitución de recursos comunes es inseparable de la constitución de esos recursos comunes como capital monopolizado por parte de quienes poseen el monopolio de la lucha por el monopolio de lo universal. Todo este proceso —constitución de un campo; autonomización de ese campo respecto de otras necesidades; constitución de una necesidad específica respecto de la necesidad económica y doméstica; constitución de una reproducción específica de tipo burocrático, específico respecto de la reproducción doméstica, familiar; constitución de una necesidad específica respecto de la necesidad religiosa— es inseparable de un proceso de concentración y de constitución de una nueva forma de recursos que pasan a pertenecer a lo universal, en todo caso a un grado de universalización superior a los que existían antes. Se pasa de un pequeño mercado local al mercado nacional, ya sea a nivel económico o simbólico. En el fondo, la génesis del Estado es inseparable de la constitución de un monopolio de lo universal, cuyo ejemplo por excelencia es la cultura.

Todos mis trabajos previos pueden resumirse del siguiente modo: esta cultura es legítima porque se presenta como universal, como disponible para todos, porque en nombre de esta universalidad se puede eliminar sin temor a quienes no la poseen. Esta cultura, que aparentemente une pero en realidad divide, es uno de los grandes instrumentos de dominación, porque están aquellos que tienen el monopolio de esta cultura, monopolio terrible puesto que no se puede reprochar a esta cultura ser particular. Incluso la cultura científica no hace más que empujar la paradoja a su límite. Las condiciones de la constitución de este universal, de su acumulación, son inseparables de las condiciones de la constitución de una casta, de una nobleza de Estado, de “monopolizadores” de lo universal. A partir de este análisis, podemos proponernos como proyecto universalizar las condiciones de acceso a lo universal. Por ende, es preciso saber cómo: ¿hay que desposeer a los “monopolizadores” para lograrlo? Claramente, no es por allí donde hay que ir a buscar.

Intercambios simbólicos

Para ilustrar lo que he dicho sobre el método y el contenido terminaré con una parábola. Hará unos treinta años en una noche de Navidad, fui a un pequeño pueblo de Béarn para ver un baile de campo. Algunos bailaban, otros no. Algunas personas, de más edad que el resto y con un estilo campesino, no bailaban, hablaban entre sí, disimulaban para justificar su insólita presencia. Deberían estar casados, ya que cuando uno está casado ya no baila. El baile es uno de los lugares de intercambio matrimoniales: es el mercado de bienes simbólicos matrimonialesEl baile es uno de los lugares de intercambio matrimoniales: es el mercado de bienes simbólicos matrimoniales. Había un alto porcentaje de solteros: 50% en el rango de edad de 25-35 años. Intenté encontrar un sistema explicativo de este fenómeno: antes había un mercado local protegido, no unificado. Cuando se constituye lo que llamamos “Estado”, hay una unificación del mercado económico a la que el Estado contribuye con su política y una unificación del mercado de los intercambios simbólicos, es decir, el mercado de la compostura, de la ropa, de la persona, de la identidad, de la presentación. Estas personas tenían un mercado protegido, con base local, en el que tenían un control, lo cual permitía una especie de endogamia organizada por las familias. Los productos del modo de reproducción campesino tenían sus chances en ese mercado: seguían siendo vendibles y encontraban jovencitas.

En la lógica del modelo que he mencionado, lo que sucedía en ese baile era el resultado de la unificación del mercado de intercambios simbólicos: el paracaidista de la pequeña ciudad vecina que llegaba comportándose con arrogancia era un producto descalificante, que quitaba su valor a ese competidor que es el campesino. Dicho de otro modo, la unificación del mercado, que se puede presentar como un progreso, al menos para las personas que emigran, es decir las mujeres y todos los dominados, puede tener un efecto liberador. La escuela transmite una postura corporal diferente, formas de vestir, etc., y el estudiante tiene un valor matrimonial en ese nuevo mercado unificado, mientras que los campesinos son desclasados. Allí se encuentra toda la ambigüedad del proceso de universalización. En el caso de las jóvenes del campo que parten a la ciudad, que se casan con un cartero, etc., hay un acceso a lo universal. Pero ese grado de universalización superior es inseparable del efecto de dominación. Esta unificación del mercado tiene como efecto prohibir de facto la reproducción biológica y social a toda una categoría de personas.

En esa misma época había estado trabajando con un material hallado de casualidad: los registros de las deliberaciones comunales de doscientos habitantes durante la Revolución Francesa. En esa región, los hombres votaban por unanimidad. Llegan decretos que dicen que hay que votar por mayoría. Deliberan, hay resistencias, hay un bando y otro bando. Poco a poco gana la mayoría: tiene tras de sí lo universal.

Hubo grandes discusiones en torno a este problema planteado por Tocqueville en una lógica de continuidad/discontinuidad de la Revolución. Sigue habiendo un verdadero problema histórico: ¿cuál es la fuerza específica de lo universal? Los procedimientos políticos de esos campesinos de tradiciones milenarias muy coherentes fueron arrastrados por la fuerza de lo universal, como si se hubieran inclinado ante algo más fuerte lógicamente: procedente de la ciudad, una puesta en discurso explícita, metódica y no práctica. Se han convertido en provincianos, en locales.

Las actas de la deliberaciones se transforman: “Habiendo decidido el prefecto…”, “El Ayuntamiento se ha reunido…”. La universalización tiene como revés un desposeimiento y una monopolización. La génesis del Estado es la génesis de un lugar de gestión de lo universal y a la vez de un monopolio de lo universal y de un conjunto de agentes que participan del monopolio de hecho de esa cosa que, por definición, pertenece a lo universal.

Fuente: sociologiac.net
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